ACCIONAR "SAN LUIS"

A inicios de 2017 se recibió un documento en CISNA de parte de la fundación Juego y Niñez solicitando apoyo en el trabajo que ellos realizaban en las torres de San Luis ubicadas en la comuna 10 de la ciudad de San Juan de Pasto.

Con este primer contacto se inició un proceso de acercamiento al trabajo de la fundación y a las problemáticas que esta comunidad enfrentaba, se conoció el proceso que llevaba Juego y Niñez y las dificultades que tenían en la convocatoria a sus encuentros, evidenciando que la comunidad guardaba un poco de resistencia a las instituciones externas, ya que en anteriores oportunidades, la comunidad no percibió impacto real y cambio después del despliegue institucional.

El proceso de Juego y Niñez en San Luis se resume en una serie de intentos de convocatoria junto a la policía mediante “chapolas” y megáfono. Encuentros a los que los padres no dejaban salir a sus hijos por desconfianza y desconocimiento.

El primer encuentro exitoso fue la biblioteca ambulante, estrategia que propició el primer encuentro con niños habitantes de las torres, sin embargo, estos encuentros no tenían espacios constantes ya que los pocos espacios públicos adecuados para la actividad eran utilizados para el consumo de SPA.

Al final la estrategia que dio más resultado fueron los encuentros que se denominaron “Papa al parque”, estos encuentros consistían en poner una olla grande con agua hirviendo, cada habitante del barrio llevaba su papa y ellos la cocinaban y le regalaban ají, en esta actividad asistieron familias completas y se empezó a generar espacios para que se hablara de Juego y Niñez y de lo que ellos buscaban hacer en el barrio.

En este momento CISNA entró a apoyar el accionar de la fundación; después de hacer “Papa al parque” querían incluir cine al aire libre. Se proyectó una película infantil, y por sorpresa, los que mejor recibieron la iniciativa fueron los padres de familia.

De estos ejercicios se concluyó que hacer actividades con los niños podía generar un impacto positivo en todos los habitantes de las torres de San Luis, aprovechando esta situación, CISNA junto a Juego y Niñez realizaron trabajos de inmersión, empatía e ideación con los niños habitantes de las torres.

En el primer taller, se idearon los espacios soñados por los niños de San Luis como un laboratorio para experimentos científicos, un espacio para practicar Parkour, un espacio para ver cine de forma autónoma en la comunidad y espacios para jugar que estén libres de drogas. Un hallazgo importante fue conocer que los niños no querían ser como los jóvenes de su barrio que consumían drogas o delinquían. Gracias a estas actividades los niños se alejaron de seguir por ese camino; después de entender que ellos podían transformar su barrio, entendieron que podían empezar a recorrer el camino que ellos querían y que los alejara de un mal futuro.

En la segunda etapa del proceso se realizó la primera jornada de adecuación de los espacios públicos junto a niños, padres de familia y todos los vecinos que quisieran aportar, para esta jornada se articuló a la Secretaría de Gobierno de la Gobernación y CORPONARIÑO.

Posteriormente se realizó una jornada de prototipado junto a arquitectos, scouts y diseñadores gráficos de la Universidad de Nariño, donde se buscaba construir elementos con material reutilizado y adaptaciones en los murales para que sean espacios de juego. Se hizo un muro negro para que la gente escribiera pensamientos, todo esto para rescatar los espacios donde se consumía SPA. Se construyó, con ayuda de los SCOUT, una pista de parkour. También se construyó de manera artesanal juegos de pasamanos, columpios, se arreglaron juegos que estaban dañados y se hizo una red de escalar. El objetivo siempre fue hacer todo con los niños, que ellos tuvieran un porcentaje de participación en todas las tareas que se realizaban, estas construcciones tuvieron lugar en varias jornadas de construcción hasta finalizar las adecuaciones a mediados de 2017.

En el año 2019, en el marco del Campamento FEELING, la comunidad de San Luis participó con uno de los grupos liderado por Camila Narvaez, la misma persona que lideró el proceso desde CISNA en 2017, en esta oportunidad se puedo evidenciar que muchas de las adecuaciones que se hicieron en 2017 aún continuaban formando parte de la comunidad, muchas zonas siguen recibiendo mantenimiento voluntario por parte de los vecinos y algo muy importante, que se evidencia una auto organización que en 2017 no existían, actualmente cada torre tiene un líder que vela por el beneficio de su torre y sus habitantes, es evidente que las torres mejor cuidadas en la actualidad son con las que se trabajó en 2017 sembrando la semilla del trabajo comunitario, de la apropiación por nuestra comunidad y el poder de mejorar las zonas comunes con ayuda de los vecinos que se quieran sumar.

“Actualmente los niños siguen su estudio, tienen menos miedo de habitar el espacio público y aún conservan la chispa de querer hacer y tolerarse entre vecinos que era uno de los principales problemas que se sufría debido a sus diferencias culturares” afirma Camila.

CONCLUSIONES:

  • Es necesario enteder el actuar institucional de una manera diferente, que actue fuera de paradigmas o estigmas sociales, actuar de una manera horizontal y predispuestos a la escucha es algo que puede arrojar resultados realmente diferentes y que será valorado por la comunidad y sentido como propio.
  • La importancia de usar metodologías de design thinking como FEELING radica en el empoderamiento y el cambio que puede generarse en comunidades a largo plazo, así lo evidencia el liderazgo y auto organización que existe en la mayoría de las Torres de San Luis.
  • Los niños de las Torres de San Luis fueron los articuladores de una transformación en su comunidad, lo que resignificó su papel como habitantes, logró empoderarlos y abrir nuevas posibilidades para su desarrollo.

 El proceso en San Luis liderado por la Fundación Juego y Niñez y CISNA contó con la participación y apoyo de CORPONARIÑO, la Secretaría de Gobierno de la Gobernación de Nariño, Scouts Pasto, estudiantes del Diplomado en Innovación Social del CISNA y la Universidad Mariana, estudiantes de Diseño Gráfico de la Universidad de Nariño y voluntarios con conocimientos en arquitectura, diseño gráfico e industrial.